El Ácido Clorhídrico es un producto químico esencial para el mantenimiento y tratamiento de aguas, ampliamente utilizado en piscinas, industrias y sistemas de agua potable. Se trata de una solución líquida concentrada de cloruro de hidrógeno en agua, incolora y con un fuerte carácter corrosivo, especialmente eficaz en la regulación del pH y la eliminación de incrustaciones calcáreas.

Su principal función en el tratamiento de piscinas es disminuir el pH del agua, manteniéndolo dentro de los valores ideales entre 7,2 y 7,6. Un pH equilibrado garantiza la eficacia de los productos desinfectantes, mejora la comodidad de los bañistas y protege los componentes del sistema de filtrado. La dosis recomendada para corregir el pH es de 1,3 litros por cada 100 m³ de agua para reducir 0,2 unidades de pH, siendo necesario un control diario mediante un estuche analizador.

Además de su uso en piscinas, el ácido clorhídrico es apto para aplicaciones industriales y tratamiento de aguas potables, ya que regenera resinas intercambiadoras de iones, transforma compuestos cálcicos en cloruros solubles y evita la formación de incrustaciones en tuberías y calderas. También se emplea en el ajuste de pH de aguas alcalinas residuales, tanto municipales como industriales.

En el ámbito industrial, su uso se extiende a procesos como la preparación de sílice activada, producción de dióxido de cloro, electrodiálisis del agua salada y limpieza de filtros de arena.

Disponible en envases de 5 y 20 litros, este producto es una solución versátil, potente y esencial para mantener el equilibrio químico del agua y prolongar la vida útil de las instalaciones hidráulicas.